Y ahora es el momento de mostrar
la lealtad de quien le adora por encima de todo
la pasión que surgió y alimenta cada día mi alma
la serenidad que aporta el collar que aún me permite usar
la paciencia de quien sabe que la espera valdrá la pena.
Que solo sea aire lo que exista entre nosotros.
Que no haya más rubores, ni verguenza, ni pudor.
Aire para darnos, para respirarnos y sentirnos.
Aire donde floten los suspiros y gemidos
que te aten siempre a mí.